Thursday, 29 July 2021

So long!!

 I'm saying goodbye to this blog as I've not really been doing much with it lately... it lacks direction and nourishment. I've also finally decided to give up on the name "English Lane". So although I'm going to keep it in its published form for a while yet, I'll eventually delete it as I develop other projects. 

Bye, then!! 

Monday, 4 January 2021

2.1. Interacción mediante las tecnologías digitales.


La tabla de descriptores más general nos indica lo siguiente: 




Hoy en día la comunicación digital es muy habitual. Las aplicaciones de mensajería son variadas, las redes sociales suelen tener un chat asociado a ellas, y el correo electrónico ya no es algo ajeno a la mayoría de usuarios. Sin embargo, desarrollar una estrategia de uso de cada canal es algo interesante y cada vez más necesario, sobre todo para intentar evitar dispersión y ganar en eficiencia

A grandes rasgos, un docente va a tener que comunicarse con los siguientes agentes de la comunidad educativa: 

  • con su alumnado

  • con las familias

  • con su equipo en el centro educativo

  • con otros docentes


Por lo tanto, tiene sentido establecer qué canales de comunicación utilizar para cada uno de ellos. 


La comunicación con el alumnado y las familias suele estar regulada por cada autoridad educativa, dada la importancia de proteger los datos personales de nuestros alumnos y alumnas. Por lo tanto, el uso de las plataformas oficiales elegidas por nuestra Comunidad Autónoma, o la dirección del centro si este es privado, suele ser la única opción. Por ejemplo, en la Comunidad de Madrid, que es donde trabajo, la red pública dispone de la aplicación Roble para comunicarse con las familias, y la plataforma educativa EducaMadrid para las aulas virtuales y la comunicación con el alumnado. La comunicación mediante el uso de estas plataformas suele ser asíncrona o en diferido, al no esperar una respuesta inmediata al mensaje enviado.


Existen otras plataformas que facilitan la tarea de gestionar la clase y comunicarse con las familias, como pueden ser Edmodo, ClassDojo o Google Classroom. Siempre es buena idea comprobar que el uso de estas plataformas está permitido en tu centro antes de lanzarte a crear un curso en ellas y matricular alumnos en tus clases, ya que puedes estar infringiendo la ley de protección de datos.  


La comunicación con las familias también se realiza a través de la página web de cada centro, de la que se suele encargar el equipo directivo del centro. Aquí suele encontrarse información de utilidad específica para cada centro educativo y puede servir como un tablón de anuncios pero también como un canal de comunicación bidireccional mediante el uso de formularios de consultas. Muchos centros también recurren a blogs para comunicar actividades, novedades, necesidades… 


Para ponernos en contacto con otros miembros del equipo docente, lo habitual es que cada centro educativo ponga a disposición de los docentes una cuenta de correo institucional, y que en algunos casos haya también una plataforma de trabajo en equipo. Muchos centros utilizan los servicios de Google (G-Suite) o de Microsoft (Teams), y las comunidades autónomas también suelen tener sus plataformas propias. En mi experiencia, aunque esto es una regla no escrita, el uso de cuentas personales es frecuente ya que se percibe que algunas redes institucionales funcionan mal, son lentas o limitadas, y muchos docentes recurren a otras opciones de comunicación y para compartir recursos fuera de las oficiales. Saber distinguir qué cuenta utilizar, y para qué propósito, es importante, sobre todo por la ley de protección de datos


Por último, muchos docentes se comunican con compañeros de otros centros con fines profesionales, y este tipo de comunicación e interacción suele ser mucho más informal, al ser una iniciativa personal (en la mayoría de los casos). Perfiles en redes sociales como Twitter, LinkedIn o Instagram, canales de docentes sobre temáticas diversas en Telegram, además de blogs propios, son maneras de formar parte de la comunidad docente digital, lo que en Twitter se ha llamado #claustrovirtual. En muchos casos la comunidad virtual resuelve dudas, ofrece colaboración, comparte recursos y experiencias de aula y el intercambio puede llegar a ser muy valioso y enriquecedor. Entrar en este mundillo supone una curva de aprendizaje, como con todo, y hablaré de ello con más detalle cuando lleguemos a la sección de netiqueta. 


Espero que esta somera visión de las formas de interactuar te haya sido de utilidad o de interés, y que nos veamos en la siguiente entrada, sobre compartir información y contenidos digitales, y participación ciudadana en línea. ¡Muchas gracias por estar ahí!  


Saturday, 2 January 2021

Área 2: Comunicación y colaboración

Este área de la competencia digital docente es, en mi opinión, una de las más interesantes y productivas, y guarda una fuerte relación con la competencia docente en general. El trabajo en equipo es uno de los factores mejor valorados en las empresas, y es habitual para los equipos reunirse con periodicidad para establecer objetivos, valorar soluciones a los problemas que surgen, y tomar decisiones bajo el liderazgo de un encargado. En los centros educativos también se toman decisiones en equipo, pero la colaboración entre docentes no es práctica habitual, sino que un profesor encargado de un grupo de alumnos suele programar su asignatura, sus clases y su evaluación sin involucrar a ningún agente más de la comunidad educativa en ello.  

Si la colaboración entre docentes es rara en el mundo físico, tampoco es frecuente en el mundo digital, pero hay ejemplos exitosos de ella. 

Ya sabes que puedes acceder al texto íntegro de la resolución de la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial sobre el marco de referencia de la competencia digital docente en este enlace, y que mi propósito con esta serie de artículos es el de dar pistas y ejemplos a aquellos docentes que no estén familiarizados con algunas herramientas digitales que les pueden facilitar su labor o que no tengan muy claro a qué nos referimos cuando hablamos de competencia digital docente. 

El área 2 ha sido dividida en los siguientes apartados (he abreviado un poco los títulos): 

2.1. Interacción mediante las tecnologías digitales.
2.2. Compartir información y contenidos digitales. 
2.3. Participación ciudadana en línea. 
2.4. Colaboración mediante canales digitales. 
2.5. Netiqueta.
2.6. Gestión de la identidad digital. 

Cada uno de ellos viene acompañado de una tabla con descriptores para concretar los niveles de competencia digital docente.

Gracias por entrar en el blog, y nos vemos en la siguiente entrada.

Friday, 1 January 2021

1.3. Almacenamiento y recuperación de información, datos y contenidos digitales.




El pasado 2 de julio se publicó en el #BOE la resolución de la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial sobre el marco de la Competencia Digital Docente. Se trata de un documento no demasiado extenso y que describe diferentes niveles de competencia digital. El texto íntegro se encuentra aquí. Hoy me dedico a analizar el punto que se refiere al almacenamiento, gestión y recuperación de información, datos y contenidos digitales. 



Cuando hablamos de almacenamiento de contenidos a nivel de usuario, podemos empezar por decir que podemos almacenarlo en local (en nuestro equipo informático) o en la nube (mediante un proveedor de espacio de almacenamiento online). 


Archivar contenidos en local requiere un espacio de almacenamiento, ya sea en el disco duro de nuestro dispositivo, o en memorias USB (los consabidos “pinchos”) o discos duros externos. Almacenar archivos en local tiene sus ventajas, como por ejemplo 

  • no dependes de que haya conexión a internet para acceder a tus archivos

  • se percibe una mayor seguridad al tener tus archivos en tu equipo, sin que nadie más tenga acceso a ellos

  • puedes hacer copias de seguridad

  • es comparativamente barato, ya que puedes acceder a terabytes de capacidad por poco dinero

Sin embargo, también presenta algunas desventajas

  • es más complicado compartir archivos

  • llevar el equipo informático a cuestas presenta incomodidad

  • si el disco duro se daña, puede ser complicado y costoso recuperar los datos almacenados


Almacenar archivos en la nube, por otra parte, también tiene ventajas e inconvenientes. A favor podemos mencionar:

  • muchos proveedores de espacio ofrecen un espacio gratuito hasta ciertos límites

  • se puede acceder a tus archivos desde cualquier lugar y equipo

  • los archivos suelen estar protegidos por los sistemas de almacenamiento y solo tendrán acceso a ellos las personas que autorices

  • cada vez que modifiques el archivo, los cambios se guardarán y no tendrás que actualizarlo a mano en otros equipos cuando accedas a él

  • no es necesario hacer copias de seguridad y es relativamente sencillo recuperar los archivos borrados por error


Y en contra, 

  • si no hay conexión a internet o esta es mala, se puede tardar en acceder a los archivos

  • si el proveedor de espacio presenta dificultades técnicas, esto puede afectar el acceso a los archivos y dificultar o imposibilitar el trabajo sobre ellos

  • hay que ser consciente de las políticas corporativas de la autoridad educativa en relación al almacenaje de datos. Por ejemplo: en Madrid los centros públicos no tienen permiso para almacenar datos de alumnos o sus familias en ciertos servidores (si eres personal docente, sabrás de lo que estoy hablando). 


Gestión de archivos


Ya sea en local o en servicios en la nube, gestionar los archivos es importante para asegurarse un nivel de eficiencia. El uso de carpetas de forma sistemática puede ayudar mucho en este sentido. Puede tener sentido tener “a mano” un documento sobre el que estás trabajando, o algo que consultes con frecuencia, pero si este no es el caso, conviene archivarlo de una forma más o menos organizada y que te vaya a funcionar. Esto es un hábito a desarrollar, y se pueden poner en práctica algunas técnicas: 


  • Creación de carpetas. Ya sea en local o en la nube, archivar los archivos que utilices por cursos o por temas te puede facilitar la tarea de encontrarlos cuando los necesites. 

  • Usar sistemas de archivado. Es buena idea seguir un sistema organizado. Si decides usar una carpeta por cada curso que tengas, dentro puedes seguir el mismo sistema de “etiquetado”. Por ejemplo, tengo carpetas de 1º de ESO, 2º de ESO y 1º de Bachillerato. Puedo tener subcarpetas para cada aspecto a trabajar: gramática, vocabulario, listening, speaking, reading, writing… O las puedo organizar por temas: tema 1, tema 2, tema 3… 

  • Usar colores o stickers. En algunos gestores online se te permite ponerle un color diferente a cada carpeta, y así puedes poner en práctica un tipo de codificación que tenga sentido para ti. 

  • Establecer rutas de descarga de archivos. Con esto me refiero a que, cuando descargas algo de internet, por defecto suele acabar en el apartado de “descargas”. Si quieres que vaya directamente a una carpeta de tu equipo, selecciónalo en la ventana emergente. 

  • Borrar archivos que no necesitas. Ya sea en local o en la nube, conviene vaciar la papelera de reciclaje de vez en cuando, pero también conviene revisar las carpetas (incluyendo las descargas).


Almacenaje en línea


En este apartado voy a mencionar brevemente algunos de los proveedores de almacenaje online y sus características básicas. La mayoría funcionan de una forma muy parecida: primero hay que registrarse, y ofrecen un espacio gratuito para que guardes tus archivos. Una vez consumes este espacio, puedes contratar un plan mensual o anual con espacio ampliado. La mayoría permite 

  • compartir archivos con otros usuarios registrados

  • colaborar en el mismo documento de forma simultánea desde equipos diferentes, lo cual puede resultar muy útil si se está haciendo un trabajo en equipo

  • dar diferentes permisos de acceso y edición a otros usuarios si eres el propietario del archivo


Quizás uno de los más conocidos sea Drive, de Google. No solo permite almacenar archivos de prácticamente todo tipo (texto, audios, fotos, presentaciones de diapositivas, vídeos, hojas de cálculo… ) sino que es, en mi opinión, muy sencillo de utilizar. En su versión móvil, es necesario descargarse las aplicaciones relevantes (Documentos, Hojas, Presentaciones, etc) para poder editar los archivos necesarios. Es posible instalar la aplicación en tu ordenador para trabajar offline sobre un documento, que se sincronizará y actualizará una vez te conectes a la red. 


Otro gestor bien conocido es Dropbox, que también permite almacenar y compartir archivos con otros usuarios, que pueden editar, compartir (si se les da permiso), o solo ver. También puedes almacenar archivos de cualquier tipo, también tiene app descargable y también puedes trabajar offline. 


Por otra parte, los diferentes sistemas operativos y fabricantes suelen ofrecer los suyos propios, como puede ser OneDrive, de serie en los equipos con sistema operativo Windows, o iCloud, en los de Apple. Existen muchos más, y que te decantes por uno u otro al final dependerá de factores como su facilidad de uso, el que permita o imponga tu centro educativo, la finalidad que le des a cada gestor… 

 

Gestión de marcadores


¿Cuántas veces has estado navegando por la red y te has encontrado blogs, o webs, o recursos interesantes para tu trabajo? A mi me pasa con frecuencia, y creo que no estoy sola en esto. Lo más sencillo es marcar la página como “favorita” y ponerla en tus marcadores del navegador, pero esto solo funciona si tienes la sesión iniciada en él (por ejemplo, si sueles usar Google Chrome e inicias sesión cada vez que navegas, te salen tus marcadores estés donde estés y utilices el equipo que utilices), y no siempre es buena idea hacer esto, sobre todo si compartes equipos con compañeros de trabajo. 


Por lo tanto, una opción a considerar es utilizar una herramienta de gestión de marcadores o favoritos. Existen varias, por ejemplo SymbalooEdu. Con esta herramienta gratuita (aunque, como tantas otras, tiene funciones premium), puedes marcar páginas de interés, organizarlas por carpetas y compartirlas con otras personas (tanto compañeros como alumnos), y así configurar un entorno personal de aprendizaje. Puede ser muy útil si propones a tu alumnado un trabajo de investigación y les pones una selección de webs a consultar en una carpeta, facilitándoles la tarea e impidiendo sutilmente que recurran a las soluciones más manidas. 


Otro gestor de marcadores con énfasis en educación es Livebinders, que además de marcar webs de utilidad te permite cargar tus documentos y compartirlos. Aparte, existen gestores más general, como Evernote o Flipboard.


Como siempre, no se trata de hacerse cuentas en todos los proveedores y gestores, ni utilizarlos todos. Para desarrollar una estrategia de gestión de información, datos y recursos educativos, lo primero es desarrollar unos hábitos de organización y el buen uso de las herramientas que debas usar (por imposición corporativa) o que elijas (por preferencias personales). 


En otra entrada hablaré del criterio de seguridad en línea, que también es un aspecto a considerar en cuanto al almacenamiento de datos, y parte importante de la #CDD. Pero eso será en otro momento. Gracias por leer hasta aquí, y nos vemos en la próxima entrega.


1.2. Evaluación de información, datos y contenidos digitales.


Seguimos desgranando la resolución sobre #CDD publicada en el #BOE el pasado 2 de julio, todavía en el área 1, sobre información y alfabetización informacional. Una mirada a los descriptores generales de los tres niveles da a entender que un nivel avanzado incluye no solo la capacidad de evaluar la veracidad y la calidad de la información que tenemos entre manos, sino que también hay que conocer los diferentes tipos de licencias de uso y difusión de los recursos educativos que encontramos en internet.


El respeto a la propiedad intelectual es un aspecto de la competencia digital que debemos desarrollar entre nuestro alumnado: simplemente porque algo se encuentre en internet no significa que podamos utilizarlo a nuestro antojo. Hay personas que defienden que no pasa nada por utilizar en clase algo que encontramos en internet, pero no puedo estar más en desacuerdo: en educación, parte de nuestro trabajo es enseñar a nuestros alumnos a ser ciudadanos respetuosos con la ley, y la propiedad intelectual está protegida por ley. 


Entonces, ¿cómo aprendo a respetar los derechos de autor y la propiedad intelectual, y al mismo tiempo, utilizo los recursos que encuentro por la red de una forma respetuosa? A grandes rasgos: 

  • Conociendo las licencias más frecuentes de uso, particularmente las de Creative Commons

  • Fomentando el uso de materiales en abierto, cuyo uso o distribución es explícitamente gratuito, siempre y cuando se haga referencia a su autor

  • Citando las fuentes según las convenciones establecidas



Licencias de uso y distribución


Empezamos por señalar que existe material de dominio público: esto quiere decir que no se encuentra protegido por copyright, o bien porque ya ha pasado mucho tiempo desde su registro o porque ya no reúne las condiciones para estar protegido por copyright. Esto hace que los materiales de dominio público sean ideales para utilizarlos en trabajos de clase, y aunque no sea estrictamente necesario, sigue siendo conveniente citar la autoría. 


Por otra parte, conviene conocer las licencias de Creative Commons. Creative Commons es una organización sin ánimo de lucro que se dedica a la promoción, el acceso y el intercambio de contenidos culturales. ¿Es como ponerle un copyright a una obra? Sí, y no. Si proteges una obra con copyright, te reservas todos los derechos, incluyendo los de distribución. Si, por el contrario, una obra está protegida mediante una licencia de Creative Commons, se puede redistribuir de forma libre, y en algunos casos modificar o ampliar, siempre y cuando se reconozca su autoría.


Para más información sobre licencias de Creative Commons, visita su web.


Uso de materiales en abierto


Muchas veces, los docentes pedimos a nuestros alumnos trabajos en forma de presentaciones de diapositivas o vídeos, que requieren de imágenes, videoclips o sonidos, y lo más rápido suele ser hacer una búsqueda en Google, y cortar-y-pegar. El problema de hacer esto es que no suele respetarse la autoría del material y además nuestro alumnado no aprende a citar las fuentes que utilizan. 

Hoy en día existen muchas páginas webs de material multimedia que, después de un proceso de registro, permiten la descarga de sus contenidos, ya sea de forma gratuita o mediante el pago por cada archivo. Sin embargo, el hecho de ser un usuario registrado no te permite la distribución libre de los archivos descargados y, si decides usar estas webs, conviene conocer sus términos y condiciones. 

A continuación, detallo unas páginas webs desde las que puedes acceder a multitud de contenidos de forma gratuita, con licencias de uso poco restrictivas, y además casi ninguna requiere registrarse. En su gran mayoría, se pueden utilizar en el aula siempre y cuando se mencione la autoría. 

  • Wikimedia Commons. Una colección de millones de imágenes, vídeos y sonidos a la cual puede contribuir quien quiera. Es gratuita y no requiere registrarse. 

  • Flickr. permite buscar imágenes por tipo de licencia, y algunos perfiles contienen miles de fotografías de uso libre. Por ejemplo, la British Library. Al funcionar como una red social, si te registras puedes seguir a determinados perfiles. 

  • Banco de imágenes de la NASA (fotos y vídeos):

  • Bensound. Se trata de un repositorio de música de estilos variados que puedes descargar para usar en tus proyectos multimedia. 


Si lo que buscamos no es material para trabajos de clase, sino que queremos conocer unidades didácticas desarrolladas por otros docentes, tenemos varios repositorios muy interesantes. Voy a mencionar los dos que mejor conozco, los dos dependientes del INTEF (Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y Formación del Profesorado):

  • CEDEC, el Centro Nacional de desarrollo curricular en sistemas no propietarios. Aquí podemos encontrar recursos para todos los niveles educativos preuniversitarios con licencias Creative Commons. 

  • ProComún es una red de recursos educativos en abierto, también para todos los niveles educativos, incluyendo los post-obligatorios. 


Webgrafía


Muchos docentes conocen (o conocieron, en su momento) las convenciones bibliográficas a seguir cuando presentaban un trabajo. Las convenciones a seguir para citar las fuentes utilizadas son conocidas como Normas APA, y están descritas en su web.

En esta web, además, se incluye un generador de webgrafía.


Evaluar la fiabilidad de la información


Para terminar, este último aspecto corresponde al desarrollo del sentido crítico de cada uno, y va más allá de la competencia digital en sí. Para establecer la fiabilidad de un contenido, es conveniente hacerse las siguientes preguntas: 

  • ¿Conocemos al autor/a del contenido? ¿Es anónimo? Normalmente, un autor nombrado es un indicador de la fiabilidad del contenido, y un organismo oficial suele indicar mayor fiabilidad.

  • ¿Se proporcionan hechos u opiniones? ¿Qué tipo de razonamiento se sigue? 

  • ¿Cómo de reciente es el contenido? 

  • ¿Cómo de conocida es esta fuente? Si bien esto no es un indicador en sí, un número alto de lecturas o visionados suele indicar un nivel alto de aceptación. 

  • ¿Se citan las fuentes de procedencia de este texto? 


Para leer más sobre cómo evaluar la fiabilidad de los contenidos, puedes consultar la breve guía “Criterios para evaluar la calidad y fiabilidad de los contenidos en internet” del CSIC.


Espero que este artículo te haya sido de utilidad. Muchas gracias por leer hasta aquí, y si te ha parecido útil, nos vemos en la siguiente entrada, sobre almacenamiento y recuperación de información y datos que publicaré en los próximos días.