Friday 1 January 2021

1.3. Almacenamiento y recuperación de información, datos y contenidos digitales.




El pasado 2 de julio se publicó en el #BOE la resolución de la Dirección General de Evaluación y Cooperación Territorial sobre el marco de la Competencia Digital Docente. Se trata de un documento no demasiado extenso y que describe diferentes niveles de competencia digital. El texto íntegro se encuentra aquí. Hoy me dedico a analizar el punto que se refiere al almacenamiento, gestión y recuperación de información, datos y contenidos digitales. 



Cuando hablamos de almacenamiento de contenidos a nivel de usuario, podemos empezar por decir que podemos almacenarlo en local (en nuestro equipo informático) o en la nube (mediante un proveedor de espacio de almacenamiento online). 


Archivar contenidos en local requiere un espacio de almacenamiento, ya sea en el disco duro de nuestro dispositivo, o en memorias USB (los consabidos “pinchos”) o discos duros externos. Almacenar archivos en local tiene sus ventajas, como por ejemplo 

  • no dependes de que haya conexión a internet para acceder a tus archivos

  • se percibe una mayor seguridad al tener tus archivos en tu equipo, sin que nadie más tenga acceso a ellos

  • puedes hacer copias de seguridad

  • es comparativamente barato, ya que puedes acceder a terabytes de capacidad por poco dinero

Sin embargo, también presenta algunas desventajas

  • es más complicado compartir archivos

  • llevar el equipo informático a cuestas presenta incomodidad

  • si el disco duro se daña, puede ser complicado y costoso recuperar los datos almacenados


Almacenar archivos en la nube, por otra parte, también tiene ventajas e inconvenientes. A favor podemos mencionar:

  • muchos proveedores de espacio ofrecen un espacio gratuito hasta ciertos límites

  • se puede acceder a tus archivos desde cualquier lugar y equipo

  • los archivos suelen estar protegidos por los sistemas de almacenamiento y solo tendrán acceso a ellos las personas que autorices

  • cada vez que modifiques el archivo, los cambios se guardarán y no tendrás que actualizarlo a mano en otros equipos cuando accedas a él

  • no es necesario hacer copias de seguridad y es relativamente sencillo recuperar los archivos borrados por error


Y en contra, 

  • si no hay conexión a internet o esta es mala, se puede tardar en acceder a los archivos

  • si el proveedor de espacio presenta dificultades técnicas, esto puede afectar el acceso a los archivos y dificultar o imposibilitar el trabajo sobre ellos

  • hay que ser consciente de las políticas corporativas de la autoridad educativa en relación al almacenaje de datos. Por ejemplo: en Madrid los centros públicos no tienen permiso para almacenar datos de alumnos o sus familias en ciertos servidores (si eres personal docente, sabrás de lo que estoy hablando). 


Gestión de archivos


Ya sea en local o en servicios en la nube, gestionar los archivos es importante para asegurarse un nivel de eficiencia. El uso de carpetas de forma sistemática puede ayudar mucho en este sentido. Puede tener sentido tener “a mano” un documento sobre el que estás trabajando, o algo que consultes con frecuencia, pero si este no es el caso, conviene archivarlo de una forma más o menos organizada y que te vaya a funcionar. Esto es un hábito a desarrollar, y se pueden poner en práctica algunas técnicas: 


  • Creación de carpetas. Ya sea en local o en la nube, archivar los archivos que utilices por cursos o por temas te puede facilitar la tarea de encontrarlos cuando los necesites. 

  • Usar sistemas de archivado. Es buena idea seguir un sistema organizado. Si decides usar una carpeta por cada curso que tengas, dentro puedes seguir el mismo sistema de “etiquetado”. Por ejemplo, tengo carpetas de 1º de ESO, 2º de ESO y 1º de Bachillerato. Puedo tener subcarpetas para cada aspecto a trabajar: gramática, vocabulario, listening, speaking, reading, writing… O las puedo organizar por temas: tema 1, tema 2, tema 3… 

  • Usar colores o stickers. En algunos gestores online se te permite ponerle un color diferente a cada carpeta, y así puedes poner en práctica un tipo de codificación que tenga sentido para ti. 

  • Establecer rutas de descarga de archivos. Con esto me refiero a que, cuando descargas algo de internet, por defecto suele acabar en el apartado de “descargas”. Si quieres que vaya directamente a una carpeta de tu equipo, selecciónalo en la ventana emergente. 

  • Borrar archivos que no necesitas. Ya sea en local o en la nube, conviene vaciar la papelera de reciclaje de vez en cuando, pero también conviene revisar las carpetas (incluyendo las descargas).


Almacenaje en línea


En este apartado voy a mencionar brevemente algunos de los proveedores de almacenaje online y sus características básicas. La mayoría funcionan de una forma muy parecida: primero hay que registrarse, y ofrecen un espacio gratuito para que guardes tus archivos. Una vez consumes este espacio, puedes contratar un plan mensual o anual con espacio ampliado. La mayoría permite 

  • compartir archivos con otros usuarios registrados

  • colaborar en el mismo documento de forma simultánea desde equipos diferentes, lo cual puede resultar muy útil si se está haciendo un trabajo en equipo

  • dar diferentes permisos de acceso y edición a otros usuarios si eres el propietario del archivo


Quizás uno de los más conocidos sea Drive, de Google. No solo permite almacenar archivos de prácticamente todo tipo (texto, audios, fotos, presentaciones de diapositivas, vídeos, hojas de cálculo… ) sino que es, en mi opinión, muy sencillo de utilizar. En su versión móvil, es necesario descargarse las aplicaciones relevantes (Documentos, Hojas, Presentaciones, etc) para poder editar los archivos necesarios. Es posible instalar la aplicación en tu ordenador para trabajar offline sobre un documento, que se sincronizará y actualizará una vez te conectes a la red. 


Otro gestor bien conocido es Dropbox, que también permite almacenar y compartir archivos con otros usuarios, que pueden editar, compartir (si se les da permiso), o solo ver. También puedes almacenar archivos de cualquier tipo, también tiene app descargable y también puedes trabajar offline. 


Por otra parte, los diferentes sistemas operativos y fabricantes suelen ofrecer los suyos propios, como puede ser OneDrive, de serie en los equipos con sistema operativo Windows, o iCloud, en los de Apple. Existen muchos más, y que te decantes por uno u otro al final dependerá de factores como su facilidad de uso, el que permita o imponga tu centro educativo, la finalidad que le des a cada gestor… 

 

Gestión de marcadores


¿Cuántas veces has estado navegando por la red y te has encontrado blogs, o webs, o recursos interesantes para tu trabajo? A mi me pasa con frecuencia, y creo que no estoy sola en esto. Lo más sencillo es marcar la página como “favorita” y ponerla en tus marcadores del navegador, pero esto solo funciona si tienes la sesión iniciada en él (por ejemplo, si sueles usar Google Chrome e inicias sesión cada vez que navegas, te salen tus marcadores estés donde estés y utilices el equipo que utilices), y no siempre es buena idea hacer esto, sobre todo si compartes equipos con compañeros de trabajo. 


Por lo tanto, una opción a considerar es utilizar una herramienta de gestión de marcadores o favoritos. Existen varias, por ejemplo SymbalooEdu. Con esta herramienta gratuita (aunque, como tantas otras, tiene funciones premium), puedes marcar páginas de interés, organizarlas por carpetas y compartirlas con otras personas (tanto compañeros como alumnos), y así configurar un entorno personal de aprendizaje. Puede ser muy útil si propones a tu alumnado un trabajo de investigación y les pones una selección de webs a consultar en una carpeta, facilitándoles la tarea e impidiendo sutilmente que recurran a las soluciones más manidas. 


Otro gestor de marcadores con énfasis en educación es Livebinders, que además de marcar webs de utilidad te permite cargar tus documentos y compartirlos. Aparte, existen gestores más general, como Evernote o Flipboard.


Como siempre, no se trata de hacerse cuentas en todos los proveedores y gestores, ni utilizarlos todos. Para desarrollar una estrategia de gestión de información, datos y recursos educativos, lo primero es desarrollar unos hábitos de organización y el buen uso de las herramientas que debas usar (por imposición corporativa) o que elijas (por preferencias personales). 


En otra entrada hablaré del criterio de seguridad en línea, que también es un aspecto a considerar en cuanto al almacenamiento de datos, y parte importante de la #CDD. Pero eso será en otro momento. Gracias por leer hasta aquí, y nos vemos en la próxima entrega.


No comments:

Post a Comment